El ejercicio terapéutico es la ejecución supervisada, sistemática y planificada de movimientos corporales, con el propósito de que el paciente disponga de medios para corregir y prevenir alteraciones musculo-esqueléticas; mejorar, restablecer y potenciar el funcionamiento físico; prevenir y reducir factores de riesgo para la salud; y optimizar el estado general de salud, el acondicionamiento físico y la sensación de bienestar.
La realización de ejercicio terapéutico influye de forma positiva en nuestro cuerpo. Mejora el sistema cardiovascular disminuyendo el riesgo de patologías y favoreciendo la circulación. Influye de forma positiva en el sistema nervioso mejorando la coordinación, el tono muscular y el dolor. Ayuda a mantener los efectos conseguidos con la terapia manual y favorece la liberación de sustancias analgésicas (opioides, serotonina y endorfinas), que también contribuyen a mejorar el estado de ánimo, por lo que mejora los efectos del el estrés, la depresión, mejora la calidad del sueño y disminuye la fatiga.
Es una técnica fundamental dentro de la fisioterapia, pues la evidencia científica lo avala como necesaria para tratar y prevenir el dolor crónico.